No hagan esto en sus casas primeramente. El siguiente concurso consistía en beber rápidamente de una bombilla un jugo extremadamente helado. El que terminara más rápido se llevaba el primer premio. Sin embargo, ocurre un final inesperado por todos los presentes. Una de las participantes se desmaya de una manera atroz.
Comienzan cuatro participantes que se encuentran parados frente a una mesa. En la mesa se encuentran los cuatro vasos llenos de jugo helado. Empiezan a beber cada uno de su vaso desde la larga bombilla. Luego de unos interminables segundos a la primer participante se le “congela el cerebro“, se puede ver como se retira de la mesa y se marea para luego resbalar sobre la mesa y caerse al suelo.
Según dicen, no es que se congela el cerebro, sino que el paladar es el que se congela. Se enfría tanto que se siente hasta el cerebro. El cerebro no tiene terminales nerviosas, por lo tanto, es imposible que el frío lo congele. Cuando comemos helado también sentimos una sensación similar por eso lo conveniente sería esperar a que se pase.
Hay gente que es sensible a las bebidas heladas o a los helados, por eso los organizadores de este tipo de competencia tendrían que ser selectivos con los participantes y tener más cuidado.
